Este cuento de este hoy oscuro,
frío, sucio y mojado parque,
al que hoy le pesan los momentos
De “esos” que hoy se encuentran
Y que ya no recuerdan
Aquel momento
De este corazón que ya no late
Pero siente todavía
Y al que ya no le sale
El no extrañarla.
De esta ciudad dormida,
A la que le robaron nuestros sueños.
Ya no hablas,
Pero todavía tenes palabra.
Jugá callado,
Que así no te vende nada.
Este dolor falso,
Muesca burda de la esperanza.
Peces… a qué sabe
La plomada en las entrañas?
Nada dicen,
Sólo callan…
Porque es obvio,
Sólo hablan bajo el agua.
De eso que se da
Pero no se transa,
Que se comparte,
Pero no se elogia.
Me decís,
La cosa es no cambiar creciendo.
Yo te digo,
Así cualquiera
Sólo es cuestión de quedarse muerto.
En este cuento que se acaba
Como acaban los recuerdos,
Con un suspiro,
Sin aliento,
Con un último momento,
Que no ve lindo nada.
viernes, noviembre 9
Sólo es cuestión de quedarse muerto
Publicado por Beatitudes en 10:24
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