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jueves, diciembre 13

Pan Dulce...

Se acercan las fiestas, se acercan los regalos, las preocupaciones, la incertidumbre. Se acerca afrontar un nuevo año, programar todo de nuevo o seguir así. Parar la pelota en el centro de la cancha, y ubicar al compañero mejor ubicado, dar el mejor pase (cocainómanos abstenerse). Decisiones, alternativas, deseos y realidades. Sueños rotos, vivos y por venir. Anhelos y necesidades. Sabemos que después de este corto impase, llamado vacaciones, que no es mas que “despreocúpate que después vas a bailar de lo lindo”, se viene el ajetreo. Casi siempre fue así. Ya en el primario, surgían los miedos por saber como será el maestro del año que viene. “Empiezo el primario!”. “Cuarto es el grado mas difícil!!!”. “El año que viene empiezo con análisis sintáctico!!!”. “Tengo que dar Lengua en Marzo”. Miedos.
No me acuerdo mucho, pero prefiero esa época en la que no tomaba decisiones (las tomo actualmente?). En las que la vida eran unas largas vacaciones. Tenia preocupaciones de pequeño?, no creo. No me acuerdo. No me parecen que eran preocupaciones tan importantes. Tengo alguna importante ahora?. Mierda, 15 líneas y no llegue a ninguna puta conclusión.

3 comentarios:

Oscar dijo...

Seguramente las tenías. Y en ese momento eran terribles. Todo se mide en el momento, visto cuando ya conocemos el futuro porque dejó de serlo, las angustias pierden fuerza. Vale para los niños y adultos lo que Inodoro Pereyra decía de los argentinos: Lo que para un europeo es una catástrofe de dimensiones épicas, para un argentino es una leve contrariedad...
Ya había estado por acá más de una vez. Es usted modesto, como muchos agricultores de Afganistán (Ver perfil). Gracias por la visita...

Alejandro the Kitsune-san dijo...

hola aca estoy devolviendo la gentileza, gracias por tu comentario yo tambien voy a pasar seguido asi que vamos a estar en contacto

Damián de Haedo dijo...

Es todo relativo, como bien dice Oscar. Cuando sos pendejo te preocupan cosas que luego, en tu biografía, no les dedicarías mas de una línea.
Yo no sé si prefiero la niñez. Como dije en algún post, a veces idealizamos los recuerdos. admito que estaba bueno no tener que tomar decisiones. Pero no podemos ser Peter Pan, ¿no? Hay que crecer, por desgracia.
Hablando de las fiestas, es imposible no tener la sensación de resumen, querer parar la pelota, reflexionar... Y ponerse en pedo para no seguir pensando...
Saludos y te espero en mi blog.